Durante el mes de enero muchas empresas se han encontrado inmersas en el proceso de feedback del desempeño, donde el empleado tiene la oportunidad de conversar con su manager acerca de los resultados del año, así como de sus inquietudes y necesidades de desarrollo.
Después de un año atípico y sin precedentes, Morgan Philips ha hablado con más de 50 empresas de diversos sectores para tomar el pulso de lo que se han encontrado e identificar las principales demandas de los empleados. No es de extrañar que las organizaciones hayan enfocado estos encuentros de otra forma, con una actitud de escucha y comprensión más destacada. Y es que, en líneas generales, los equipos se han visto afectados por la pandemia en cuanto a consecución de objetivos se refiere, lo que ha permitido agudizar la escucha de las empresas y convertir estos encuentros en espacios de conversación y apoyo.
Pero. ¿cuáles son las principales necesidades para este año?, ¿qué es lo que más demandan los empleados para enfrentarse a los retos de 2021?
Según Judith Mestre, Manager de Morgan Philips Talent Consulting, “a través de nuestros encuentros con clientes apreciamos que existe un interés evidente hacia soluciones para dar apoyo emocional a los equipos y adaptarse a las nuevas formas de trabajo. Si bien en los últimos años las inversiones de desarrollo han estado principalmente centradas en recortar los gaps de conocimiento a través de formaciones especializadas según el rol del empleado, este año parece que la tendencia es centrar los esfuerzos en cubrir las necesidades más básicas que implica el nuevo entorno, relacionadas con la autogestión. Los empleados demandan herramientas para optimizar el tiempo en sistemas de trabajo a distancia y encontrar un equilibrio entre la vida personal y laboral, fórmulas para la desconexión digital y hábitos saludables que les permitan enfrentarse al nuevo entorno con confianza. Necesitan obtener herramientas para enfrentarse a los miedos (propios y/o del equipo) y atreverse a hacer cosas diferentes”.
En este contexto, las compañías están trabajando para fortalecer sus programas formativos con sesiones de auto liderazgo, muy enfocadas a trabajar la autoestima y la confianza. La COVID-19 nos está dejando equipos más preparados pero con más miedos y las empresas necesitan todo el ingenio y motivación de sus empleados para conseguir remontar sus resultados. Durante los últimos años se le ha dado un papel predominante a los líderes de equipo para ejercer esta función. Muchas empresas han invertido en programas completos de liderazgo orientados a sacar lo mejor de los equipos y motivarlos, sin embargo ahora se hace necesario multiplicar los esfuerzos y amplificar la responsabilidad a todos los empleados, independientemente de su rol en la empresa. Por lo que estamos viendo, las empresas no solo invierten en formaciones orientadas a la gestión emocional sino que también están reforzando sus planes con acciones complementarias como el apoyo psicológico, las clases virtuales de yoga o meditación y la ayuda de especialista como fisioterapeutas, dietistas o entrenadores deportivos.
Según Robin Sharma “las épocas turbulentas crean grandes líderes …sin cargo” y parece ser que las organizaciones quieren aprovechar este momento para estimular el auto liderazgo.